Entrevistas Política Cultura

“En todas las provincias hay gente cantando nuestras canciones”

Pepo San Martín lidera hace veinte años la banda Los científicos del palo, un trío de rock de Mar del Plata que ya grabó ocho discos de estudio y que el viernes 21 de noviembre vuelve al Teatro de Flores. Conversó con Kranear sobre sus influencias, su relación con Mollo, la autogestión, Mar del Plata, Milei y Cristina.

José Pablo Federico San Martín Braille, conocido como Pepo San Martín, es el violero, cantante y compositor de Científicos del palo, un potente trío marplatense que fusiona el rock con el funk, el reggae y ritmos folclóricos rioplatenses.

Sus padres, militantes peronistas, se exiliaron en Barcelona en diciembre de 1977, cuando él tenía tan solo cuatro meses. Estuvieron allá hasta finales de 1982, cuando la recuperación democrática era un destino irreversible. “Crecí en el exilio, como dice la canción;  fueron cinco años, y lo hice con otros hijos de sudacas amigos de mis viejos, tambipen peronistas y exiliados, y la pasé bien, tengo lindos recuerdos. De hecho todavía hoy me canta un poco la S porque aprendí a hablar allá, en España”, recuerda hoy el Pepo desde Mar del Plata, en una conversación por Watsap.

Ya en la Argentina, Pepo creció bajo la influencia de tres guitarristas excelsos: Jimy Hendrix, Jimmy Page y Stevie Ray Vaughan, todos de afuera, pero a comienzos de los años 90, cuando arañaba los quince años, se produjo un cimbronazo. Lo cuenta así: “Conocí a Divididos y dije, ah, esto tiene mucho que ver con Hendrix, y cuando escuché la viola de Ricardo volví a decir, ah, ¿se puede hacer eso también en Argentina? Y me largué con una etapa muy hendrixiana”.

Pepo estaba en la secundaria y el rock nacional contaba con varios exponentes de peso, con un altísimo nivel artístico y también mensaje con contenido social. Y encontró, eligió, o se refugió, en la música –siempre aprendió de manera autodidacta, con los cedés y devedés que tenía en casa o le pasaban sus amigos-, en un tiempo en el que la juventud descreía de la política y las instituciones de la democracia, porque faltaba trabajo, los jubilados se movilizaban para pedir un aumento, el gobierno rifaba el patrimonio nacional, y los milicos se paseaban impunes por las calles.

Unos años después, Pepo se lanzó a armar su propio proyecto: Los científicos del palo (CDP). Corría el año 2000, él recién cumplía los veinte años, y un deseo incontenible por expresarse, no solo con la guitarra, sino también con las palabras, le retumbaba dentro del pecho.

También contaba con condiciones personales, o talento, para ir para adelante. Esto quizá lo vio de chico, se lo marcaron los padres, o quizá se hizo cargo de esa suerte, ya siendo grande, pero al escucharlo cantar, o tocar, las condiciones, fortalecidas en su casa, con trabajo y perseverancia, son evidentes.

Los CDL no pararon nunca. Grabarían ocho discos de estudio y tocarían muchísimo en vivo, por todo el país, y en todo momento con letras muy claras en cuanto a los distintos momentos políticos del país, siempre con el mismo prisma: empatía por el otro, un proyecto nacional, soberano, con crecimiento económico que permita los desarrollos individuales y colectivos. En el camino, Pepo fue cambiando también su sonido, sus búsquedas musicales, las composiciones.

En plana Década Ganada, y por medio del programa Maravillosa Música, del Ministerio de Cultura, tocaron de teloneros de grandes bandas a lo largo y ancho del país, y en 2012, lo hicieron en Plaza de Mayo, frente a cientos de miles de compatriotas, por los festejos patrios. 

En una larga charla con Kranear, Pepo habló sobre aquella experiencia, sus influencias musicales, la relación con Mollo, la carrera musical de la banda, la autogestión como modelo de negocio, y su posicionamiento político, entre otros temas.

El próximo viernes 21/11, los CDP cierran una nueva gira, con la que celebraron los quince años de su tercer disco: Gorilophrenia. Será en el Teatro de Flores.

¿Qué balance hacen de la gira? 

El balance es espectacular, más teniendo en cuenta que por fin tenemos un vehículo propio. Ya teníamos uno pero se nos mancaba muy seguido, así que pudimos comprar una camioneta mejor, gracias a una gira que hicimos con La histeria argentina (su cuarto disco) que fue un golazo. Se agotó todo lo que hicimos, un Teatro de Flores explotado en noviembre y eso nos dejó un billetín, y ahí vendimos la otra camioneta y compramos una mejor, así que gracias a eso nos podemos hoy día estamos en la independencia absoluta. Ni manager tenemos, hago yo esa tarea, y está viniendo un poco más de gente y eso hace que podamos ir a Córdoba, o que vendamos 200 entradas en Chipoleti, un lugar que está a mil kilómetros de casa, entonces empiezan a ser rentables las giras y podemos viajar con sonidista, stage, equipo de trabajo, y los equipos e instrumentos. Mirá lo que te voy a decir: se trata de un modelo de negocio rentable. Pero insisto: funciona porque va gente, somos una banda chiquita pero la gente nos quiere y en todas las provincias hay gente cantando nuestras canciones. 

La gira la hicimos con Gorilophrenia (tercer disco), que cumple quince años, pero aparte es el disco más combativo que tenemos a nivel ideológico, y me parece que este es un buen momento para salir con un mensaje, así, violento, ante la hecatombe de este proyecto semicolonial que nos gobierna.

¿Puede que sea a partir de ese disco que el trío cambia el sonido, y lo torna más áspero, más crudo, más rabioso? 

Sí, ponele que a partir de ese disco cambió un poco el sonido. Tenemos un primer disco muy tranquilo, Ante todo buenas tardes (2004), grabado con el presupuesto ínfimo, después pasamos a Indigencia y distancia (2007) que está mucho mejor tocado, ya se ve como un trío más consolidado, y Gorilophrenia creo que fue un punto alto en cuanto a arreglos y complejidad, como que se puso un poco más rebuscada la obra, pero seguíamos teniendo unos audios mitad de tabla para abajo, porque los presupuestos eran muy acotados.

Los CDP grabaron ocho discos.

Recién en el disco La histeria argentina conocimos los buenos estudios. Hubo mucha influencia de Gabi Pedernera, a quien conocimos en esa época, en la ruta, en los bares y nos decía, loco, los temas están muy buenos pero que suenan como el orto, así que creo que es La histeria el disco que genera el cambio de audio más importante, pero que por otro lado, sí, fue gracias a Gorilophrenia, porque fue lo que más se conocía en ese momento, y aparte fue el disco que escuchó Gabi, quien luego nos tira la onda de producir algunos temas La histeria y nos sugiere que nos rescatemos un con el audio.

¿Qué cambios notas en cuanto al sonido y las composiciones del 2004 a la fecha?

Creo el primer disco tiene las canciones que más quiere la gente, o muchas de esas, y es un disco que suena como el orto y estábamos mucho más enfrascados en un viaje más rioplatense. Había más inocencia, está tocado muy tranqui, casi no hay distorsión. Es un disco de música popular. Y después se fue rockerizando, y creo que La histeria argentina ya tiene el pico de arreglos y de partes de los temas, y partir de ahí se empieza a tranquilizar un poco el uso de esa cantidad de recursos.

Creo que en Ante todo buenas tardes, el primer disco, hay un montón de acordes con tensiones, más jazzero, o de música popular, con novenas, trecenas, y a partir de El maravilloso mundo animal (2015), empiezan a aparecer quizás otras afinaciones y cosas pero muchos menos elementos complejos a nivel armónico, como que me cansé un poco de eso y nos rockerizamos un poco más.

La banda va cambiando y eso me hace feliz. Quizá para el oído no entrenado en nosotros, quizás le parezca todo igual, pero para mí hay un montón de etapas y de cambios y de cosas, de cómo hacemos las cosas dependiendo la época, como a mí me toca componer y hacer las letras depende con que esté copado en esos momentos voy cambiando, torciendo un poco la parte de la guitarra que es de donde parte todo.

¿Por qué científicos del palo?

Es un verso de una canción de Divididos que se llama Salir a asustar, que nunca salió a la luz. Yo de niño la vi en una revista ellos publicaron, creo que en el 92, imagínate, todavía no había salido La era de la boludez, ya era un enfermo mental de ellos, pero me habían atravesado artísticamente, y me cambiaron la vida, y cuando sale el disco el año siguiente vi que ese verso no había entrado, como que lo dejaron afuera, lisa y llanamente lo bufarré, y me lo quedé para el nombre de la banda. 

¿Qué es lo más difícil de sostener en una relación de amistad y profesionalismo a lo largo de veinte años?

Se trata de tener un respeto mutuo, y de entender somos muy amigos, hermanos, pero que por ahí perdés algunas cosas de la amistad tradicional, porque siempre nos juntamos con nuestras familias, nuestras mujeres son amigas, nuestras hijas también, pero antes nos juntábamos más. Medio que uno también va haciendo un balance de la cantidad de horas que pasas con esa persona y en nuestra dinámica, no digo que sea así con todas las bandas del mundo, pero cuando estamos sin tocar o sin ensayar, no nos vemos tanto.

Lo importante es no herirse gratuitamente, viste que a veces un amigo dice anda a la concha de tu madre, y no te ve unos días, pero acá no podés hacer eso,  entonces a veces hay que hacerse el boludo, dejar pasar un par de cosas y que todo siga fluyendo porque es una actividad en la que te tenés que llevar bien, no podés ir a tocar con cara de orto, o subir al escenario caliente. Yo prefiero priorizar la atmósfera de amor, que la banda; si la banda se tiene que disolver que se disuelva, pero no quiero lesionar a nadie.

“Por todo esto también tengo mis proyectos solistas, con los que canto y toco la guitarra sin tener que ver a nadie por un tiempo”, dirá en otro pasaje de la entrevista. Ministerio del interior fue su primer disco solista, canciones más íntimas, con canciones que no estaban en sintonía con la búsqueda de CDP. Lo editó en 2019 y se puede escuchar acá.

A lo largo de su carrera, la banda tiene letras muy claras con respecto a lo ideológico y la disputa de modelos de país. Van al hueso. ¿Por qué deciden jugar en ese plano, cuando en la industria de la música muchos especulan con el silencio?

Es por necesidad, ya que no sé hacer otra cosa; no me pongo a pensar ah, no, pará, si digo esto vamos a perder potencialmente algún espectador. Yo tengo que ser lo más honesto para mí, y si hay gente que se emociona, bien, y si no, bueno, tocaré solo. Creo que lo que tiene que hacer el artista (una palabra que siempre me da un poco de escozor, reconoce), es ser honesto, porque si yo no hiciera algo porque pudiera molestar a otro me sentiría un estafador. Agradecemos infinitamente a nuestro público que nos amen, pero yo cuando voy a ver una banda no pretendo ser protagonista. Yo voy a ver a los Chili Peppers y quiero que hagan lo que los Chili Peppers quieren hacer. Entonces, como respeto eso, pido que respeten lo que a mí me gusta hacer.

Marplatenses y justicialistas.

Sacaron un disco cada dos años. ¿Pulsión artística o planificación?

Yo cuando terminaba de grabar un disco ya tenía otro, por una cuestión de pulsión creativa. Nunca me pasó que diga uy, no se me ocurre nada, no. Ahora últimamente entre Justicialista 1 y el 2, ya empezó a haber más distancia y entre el 2 y lo que va a salir el año que viene, el 3, ya hay más distancia, pero porque mi cuerpo pidió esa distancia,  no hay un plan, al principio sí, yo decía, cada dos años tiene que haber un disco sí o sí, pero después se me pasó eso, o sea que es una mezcla de superproducción y un pequeño plan, y después los últimos años dije, no, pará, esto no tiene sentido si no tengo ganas, no voy a hacer un disco sin ganas. Entonces ahora tengo como otros tiempos, pero sí, a mí me gusta que el artista sea prolífico, tengo ganas de escucharlo.

Te pido unas palabras sobre Mollo, quien los acompaña desde Cemento. ¿Qué tan importante es contar con el apoyo de los demás para construir un proyecto, una carrera artística?

Durante nuestra adolescencia mis amigos escuchan Roxette y yo escuchaba Zeppelin, y un día le llevé a Ricardo un casete, lo escuchó y se copó; yo medía un 1.30, tenía 15 años, era muy flaquito, y se ve que el chabón se enterneció al ver que un marplatense lo esperara; y me escuchó tocar y se copó. Pasaron los años y siempre que venían a Mar del Plata yo los esperaba, y quedó una relación. Un día me llama Ricardo para invitarme a tocar y ahí empecé a viajar con ellos.

El otro día conté que Víctor Hugo pasó un tema de La histeria argentina, el día de la lealtad, el 17 de octubre, y me llegó un audio de Mollo que me dice “boludo, acabo de escuchar Víctor Hugo pasó un tema de La histeria”, y agrega “qué discazo hiciste, eh, me volvió a pasar lo mismo que la primera vez que lo escuché”. Y yo, emocionado le digo, “a veces me olvido que sos mi ídolo”, y que ese mismo ídolo me escriba para decirme que le gusta mi obra es como el cierre definitivo de todo. Aparte, cada vez que grabamos, si le pido algo me lo lleva, me presta todo, me aconseja. Es un amor, el Ricardo.

Siendo un violero que creció con influencias como Hendrix o Mollo, ¿qué te parece la generación de pibes y pibas que irrumpieron en la pandemia y que hoy llenan estadios y tienen millones de reproducciones en las plataformas?

Para mí la guitarra es sagrada, la eléctrica, la española, la acústica, me gustan todos los formatos y me gustan muchos guitarristas disímiles. Tuve una etapa donde tocaba poco, o sea, la banda siempre estuvo en pie, pero lo usaba más como un instrumento para hacer música, no para florearme y hacer solos. Y desde hace unos años volví a enarmonarme de los solos de guitarra, y ahora soy feliz de nuevo haciendo solos de guitarra, que en otro momento me parecían una masturbación del ego

Y con respecto a la nueva generación que llena estadios, no sé, supongo que la contraprestación es que no hay guitarras, pero los traperos tienen bandas increíbles, el Duki tiene una súper banda, Wos también, ni hablar de Paco y Catriel, hay muchos pibes virtuosos, extremadamente talentosos, pero bueno, la verdad es que no tengo empatía con esa obra porque soy viejo, aunque me parece espectacular que cambie algo, y después se acomodará, y si la guitarra se empieza a ser un instrumento más para ancianos, no tengo ningún problema.

El 21/11, los CDP vuelven al Teatro de Flores.

¿Que significó para ustedes tocar en Plaza de Mayo en los festejos del 25 de Mayo, allá en 2012, con el kirchnerismo gobernando un país soberano, desendeudado, con inclusión social? 

Lo del festejo de Plaza de Mayo fue demencial. Nosotros en esa época estábamos viajando con un concurso que se llamaba Maravillosa Música, que era para pibes del  secundario, y había un jurado, y cada tanto se hacía una final, ponele regional, e íbamos a Misiones, ponele, y tocaba una banda grande tipo Bersuit, y de teloneros íbamos nosotros; éramos los teloneros de las bandas grosas. Y cuando llegan los festejos del Bicentenario nos dicen, “¿quieren tocar?”. “Y sí, ¿qué te parece?”.

Me acuerdo que subiendo la escalinata rumbo al escenario, se me borró el primer tema, no sabía cómo era. Le pregunté al batero, le digo, “che, el primer tema, ¿cuántos estribillos son?”. Se me borró. Eran los nervios de saber que iba a haber 200.000 personas en la plaza, que lo pasaban por la tele, y no fueron nervios, sino enfrentar una situación nueva, ¿viste?

Lógicamente, cuando tocas ante esa semejante cantidad de gente, te das cuenta que es intimidante, pero a la vez te das cuenta que nadie sabe quién porongas sos, porque sos una banda chica, y uno trata de hacer lo mejor que puede para salir exitoso de esa situación. Tocamos bien. Fue buenísimo, increíble. Una gran experiencia, aunque muy rara en cuanto a cómo se comportó mi cerebro.

Así como tiene la misma banda hace veinte años, Pepo también eligió una misma compañera para transitar parte de la juventud y la adultez. Juntos, tienen dos hijos, uno de 25, Federico y otra que está por cumplir 15 que se llama Emma. Aparte, tienen perro, y viven cerca del estadio mundialista en el que el fin de semana, uno de los dos equipos locales, Aldosivi, logró mantenerse en la primera división, luego de un partido para el infarto (Pepo, aclarará en la nota, es bostero).

Le preguntamos por Mar del Plata porque leímos por ahí que le gustaban más los bares que la playa. “Sobre mi relación con Mar del Plata, es rara, le hemos hecho muchas canciones y la castigamos por su eterno gorilismo y su antiperonismo satánico y permanente, pero siempre que me voy, la extraño; cuando vuelvo por la ruta,  y entramos a la ciudad, digo, “uy, qué bueno, volvimos a casa”, y bueno, geográficamente es una bendición vivir acá, porque si bien soy muy amargo y no voy a la playa, poder ver el mar cualquier día de tu vida es realmente espectacular”.

¿Le dedican alguna palabra o canción al intendente Montenegro, ex PRO y ahora libertario que hace política fajando a los desgraciados?

Ni lo nombramos. Sabemos que no vivió ni quince minutos en Mar del Plata, y también del profundo antiperonismo de la ciudad, y que no va a cambiar, bah, no sé, no me quiero poner apocalíptico, pero creo que la gente acá es como un socialismo conservador, antiperonista, una fusión rara, y si es feliz con esta mierda, me parece bien; para el intendente el enemigo es el pobre, el indigente, el marginal. Es lisa y llanamente un sorete, y no se merece ni que lo putiemos en un canción.

¿Cómo se le gana a Milei en el 2027?

Si supiera cómo vencer a Milei estaría laburando de consejero o el asesor de alguien (se vuelve a reír). La esperanza que me queda es que la gente se dé cuenta de que un proyecto que incluye la destrucción de la industria y la producción, y ser una colonia,  no es un proyecto soberanamente rentable para el país. Yo calculo que se van a dar cuenta, no me queda otra.

Me da mucha tristeza esta situación de casi rechazo al autóctono, desnaturalizar todo y que lo argentino parezca una verga y que tengamos que rezar para que Estados Unidos derrame algo, me parece espantoso como proyecto, y creo que para ganarles, en primer lugar, hay que ser mejores, y la verdad es que Alberto hizo una cagada atómica, desde una tibieza radical que ya se le veía que tenía, y bueno hay que volver a enamorar al laburante, no queda otra.

Igual, el peor gobierno peronista siempre es mejor que cualquiera de estos mierdas pero bueno, se trata de volver a convencer a la gente y corregir lo que se hizo mal pero sí, yo creo que aún con el peor Alberto los sueldos corrían a la inflación y había consumo, era un caos, pero ahora esto es terrible, realmente esta recesión, que hace que la gente se calme un poco porque no corre la inflación, que existe, pero al no estar en rojo y con fuego digital en los canales, parece que hay menos tensión, pero la gente se está recontra cagando de hambre y la sufriendo; espero que la gente sopese ese sufrimiento por sobre lo que le dicen los medios o lo que dice este fantasma.

El Pepo San Martín, peronista por herencia y elección.

¿Por qué Pepo? ¿Y cómo llevas ese apellido de un prócer que no discuten ni los libertarios?

Porque en España, los José son Pepe, y yo tenía el pelo largo cuando era un niño, y en el jardín, para delirarme, me decían Pepo, y con respecto al apellido, es lo más grande que hay, encima nací el 17 de agosto (el mismo que Mollo, aclara).

Es increíble, creo que es el mejor apellido se puede tener, venir de ese linaje fantástico de un superhéroe nacional porque lo escuchás hablar, lo que hizo como militar como pensador, como gobernador; es el Maradona de los de los próceres, es un honor. Cada vez que digo mi nombre me emociono.

¿Qué lectura haces de la condena contra Cristina? 

A veces uno aprende de esta gente que pueden hacer realmente lo que se les canta el orto, poner jueces por decreto, truchar juicios, y con respecto a la corrupción, corrupción también es tomar deuda, o lo que están haciendo con la agencia de discapacidad, o sea que la corrupción es ofensiva de acuerdo a quien la practica.

Lo de Cristina ni siquiera está demostrado, y después está esto de los cuadernos que es una demencia porque son fotocopias, es todo desesperante, porque de golpe tenés a tu referente preso, cuando es quizás la mejor estadista de los últimos mil años, y te pueden hacer eso de un momento a otro, y ya está, tenés guardada en su casa a la dirigente más representativa de los que piensan como yo.

¿Proyectos para el 2026?

Terminar con esta cosa de tocar discos enteros nuestros, y volver a los shows con lista,  sacar un disco en vivo, que va a ser Justicialista 3, y tengo ganas de hacer canciones nuevas para el futuro, así que seguir tocando y ver cómo podemos hacer crecer, empujar el sulki, y ser feliz sin trabajar, que es básicamente para lo que toco la guitarra.

//

CDP está integrado por José “Pepo” San Martín en voz y guitarra, Carlos “Popete” Andere en bajo y Ángel Greco en batería.

Hace poco tiempo, CDP subió dos nuevas canciones a las plataformas. Una para poner en el auto por la ruta 2, camino a Mar del Plata, y la otra para escupir bronca contra el gobierno.

author: Mariano Abrevaya Dios

Mariano Abrevaya Dios

Director de Kranear. Escritor.

Sigamos conectados. Recibí las notas por correo.

Suscribite a Kranear

wave

Buscador