Cultura Provincia de Buenos Aires Teatro

La voz encendida de la historia

“Yo, Encarnación Ezcurra”, el monólogo escrito por Cristina Escofet, interpretado por Lorena Vega, es una garantía de calidad escénica, y se presentará el próximo sábado 27 de septiembre en el Teatro Coliseo de la Ciudad de La Plata. Reseña del periodista platense, Maxi Curcio.

“Yo, Encarnación Ezcurra”, formidable monólogo en ocho momentos, escrito por Cristina Escofet, es interpretado por Lorena Vega y dirigido por Andrés Bazzalo. Se trata de una pieza que enlaza historia y ficción, donde la dramaturgia se nutre de un territorio convulsionado para dar vida a una mujer convertida en símbolo.

¿Quién fue Encarnación Ezcurra? ¿Qué se dice de ella? India y salvaje, una serpiente en la corte de los conspiradores. De savia negra y pelo reluciente, Encarnación lleva al pueblo consigo. Porque ella es el pueblo, sin disimular modales. Desde su irrupción, la figura de Encarnación se alza con fuerza, arrastrando consigo la huella de lo indómito. Reina coronada ante un canto de coro de federales; de ella, brava, no se habla a medias tintas.

Encarnación sabe de memoria cada cara unitaria, y se siente federal en cada poro. Ante nuestra escucha, recapitula aquellos días de conspiración, en la contienda de la intriga. Donde abunda la cizaña y el exceso promete ser masacre o justicia. ¿Cuál de los dos triunfará? ¿Cuál perimirá? Pongamos la historia argentina en contexto: no fue aquel tiempo para débiles, en tiempos de soñar la patria grande. No hubo tarea blanda. Argentina. En un costado de la Tierra, una nación que se resistía. Ese suelo, baraja difícil, entre malones y entreveros, balazos y cuchilladas. ¿Qué otra cosa que violencia puede imponerse a la violencia?  En batalla, la herida hay que aguantarla. La Pampa llora.

Allí emerge la protagonista, moldeada por un contexto feroz y determinada a sobrevivirlo con astucia, hasta convertirse en una figura política clave en la Argentina del siglo XIX. Mientras su esposo Juan Manuel de Rosas se encontraba en campaña militar, ella organizó y lideró la Revolución de los Restauradores en 1833, un movimiento popular que exigió el regreso del Restaurador al poder.  ¿Qué clase de bestia guía a la soberana? ¿Cómo obedece su espíritu indomable? El poder fluye en esas venas, dónde se mezcla todo, como una mazamorra. No fue la mujer del estanciero, militar y político, sino su palabra. La que se escribe en la batalla. Mapa y estrategia, rosa de los vientos. La que gritó, a los cuatro vientos, ‘¡Viva la santa federación!, ¡viva el pacto federal!’.

Lorena Vega (Foto de Lucio Bazzalo, por gentileza de Marisol Cambre).

Con música en vivo de inspiración folklórica, a cargo de Martín Miconi y Victoria Tolosa, el elemento se convierte en un primordial actor más en escena, mientras la poética de la obra descubre paisajes desérticos, caserones de tertulias y calles ensangrentadas. Incidencia de vital contacto entre las artes y la vida política, esta pieza ficcional teatral acude a archivos reales sin pretender ser un documento fiel de lo que en la época ocurrió.

Especial injerencia en el texto adquiere la relación entre Encarnación y Juan Manuel de Rosas y cómo se produjo un encuentro de semejantes características. Uno a otro, se olieron el instinto. Como la roca a la tierra, se pertenecieron. Ella, casada con un hombre casado con la patria, recuerda los días de la impostergable decisión. Él, lejano en el desierto mientras más cartas rememoran los sucesos. En dicha correspondencia late el pulso de lo tramado. Efectivo recurso dramatúrgico, la lectura epistolar adquiere íntima voz. Es tensión dramática, puente entre acción y memoria, construcción histórica.

Entre monólogo y monólogo, Encarnación describe con precisión a las mujeres de su tiempo. Pensamientos se escapan de su boca; como hembra, pero a lo varón. Se trata de una mujer por décadas y décadas relegada, invisibilizada. Excluyente partícipe de la vida política nacional, aunque en los manuales escolares no sea reconocida como prócer. La relectura histórica le reservará un sitio privilegiado, siendo reivindicada por escritoras e intelectuales como un antecedente de liderazgo femenino en la esfera social argentina.

“Yo, Encarnación Ezcurra”, garantía de calidad escénica, viene de celebrar función el pasado 7 de septiembre en el patio de Centro Cultural Konex (con localidades agotadas, repite el 25 de octubre) y se presentará el próximo 27 de septiembre en el mítico Teatro Coliseo de la ciudad de La Plata.

author: Maximiliano Curcio

Maximiliano Curcio

Nació en la ciudad de La Plata, Argentina en 1983. Es escritor, docente y comunicador, egresado de la Escuela Superior de Cinematografía

Sigamos conectados. Recibí las notas por correo.

Suscribite a Kranear

wave

Buscador