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Cómo lidiar con el tedio de clonar gente

En su segunda novela, Efecto Comosiná (Azul Francia, 2024), Laura Saks indaga con ironia y también con humor sobre un presente con sobrecarga de información, sobreproducción de bienes y servicios, y la constante presión por alcanzar ideales imposibles, un combo que produce una desconexión tanto colectiva como individual.

14 de Noviembre de 2024

Por el Prof. Lic. Martín M. Ferrari Frasca

Efecto Comosiná es una novela de ciencia ficción que transcurre en una Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde la clonación humana es moneda corriente, lo que resulta tan extraño como familiar. En este contexto, Mario comienza a trabajar en una empresa de ese rubro, donde vive situaciones aparentemente repetidas, por lo que la realidad, o su percepción, empieza a distorsionarse. En una búsqueda desesperada de ayuda, Mario empieza a tomar Comosiná, un psicodélico que confunde más de lo que resuelve. Como no podía ser de otro modo, el protagonista termina por ingresar a una secta de varones de clase media urbana con problemas típicos de su clase y género.

Si bien la novela toca temas existenciales (la soledad, la angustia, la identidad, entre otros), lo hace con ironía y humor. Por momentos, el relato roza lo absurdo y lo perturbador, lo que crea una atmósfera entre distópica y graciosa. En este sentido, el humor resulta eficaz para adentrarse en temas profundos. La crítica a un sistema neoliberal en el que casi todos los aspectos de la vida devienen mercancías es uno de los ejes fundamentales de la novela. A lo largo del relato, las experiencias de Mario en la empresa dan cuenta de una lógica alienante que el protagonista intenta evitar. En este sentido, la crítica traspasa el mundo del trabajo para evidenciar el modo en que el capitalismo influye en las relaciones interpersonales y en la salud mental.

En este contexto, la clonación humana, en tanto industria que mueve grandes cantidades de dinero, es un espejo de la precarización y la deshumanización laboral. Asimismo, Mario, en tanto empleado, es un ejemplo de las millones de personas que diariamente se ven atrapadas en tareas repetitivas, despersonalizadas y alienantes. En un mundo caracterizado por el avance tecnológico, la automatización acelerada y una búsqueda desenfrenada por maximizar la productividad, resulta lógico que los trabajadores sean literalmente sustituidos por versiones idénticas a sí mismas, clones fieles a sus creadores, dueños, patrones. Comosiná le ofrece a Mario breves momentos de alivio a costa de una progresiva distorsión de la realidad. Sin embargo, lejos de culpabilizar a quienes padecen consumos problemáticos, la novela aborda un fenómeno social en el que los sujetos cuentan con más o menos recursos para lidiar con las fuertes presiones de una sociedad hiperactiva y sobreestimulada.

La novela invita a reflexionar sobre la búsqueda de sentido en una época donde la sobrecarga de información, la sobreproducción de bienes y servicios, y la constante presión por alcanzar ideales imposibles, conducen a una desconexión tanto colectiva como individual. Esta desconexión, que tiene su correlato en las relaciones sociales, evidencia una dinámica que, al tiempo que prioriza el individualismo y la competencia, destruye las redes de apoyo y construcción colectiva. Desde este punto de vista, la novela presenta vínculos interpersonales que parecen transacciones económicas, donde los sujetos replican las lógicas de explotación y despersonalización que sufren en el ambiente laboral. La mirada irónica de la autora sobre lo que implica vivir en una sociedad capitalista, individualista, y saturada de mandatos y contradicciones, se trasluce en cada página.

Por ello, Efecto Comosiná no es sólo una novela de ciencia ficción sino también una crítica social que se sirve del género literario para explorar la psicología humana. En ella se entrelaza lo cómico con lo siniestro (unheimlich, en términos freudianos). Mario, en su intento por encontrar y/o construir su identidad, se encuentra con personajes excéntricos pero verosímiles, que podrían formar parte tanto de una parodia como de un ensayo sobre la condición humana. Esta novela juega con los límites entre la ciencia ficción, la crítica social y el humor ácido, por lo que es recomendable tanto para quienes busquen una lectura ligera como para quienes quieran reflexionar sobre la realidad social en la que vivimos.

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Laura Saks nació el 7 de julio de 1994 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es Técnica Superior en Pedagogía y Educación Social, y Licenciada en Educación. Desde hace más de diez años participa del taller de escritura de Diego Paszkowsk, espacio creativo en el que trabajó su primera novela, Experimento feminista en plena matamorfósis, publicada en 2019 también por el sello Azul Francia, y la flamante Efecto Comosiná.

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