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“Necesitamos rescatar a mujeres que marcaron el camino de disidencias en la actualidad”

La cineasta Daiana Rosenfeld conversó con Kranear sobre su búsqueda narrativa y abordaje poético, con un marcado interés en la lucha de distintas mujeres, el presente de la industria y sus actuales y nuevos proyectos cinematográficos.

Daiana Rosenfeld nació en Buenos Aires en 1985 y es cineasta independiente. Su obra cinematográfica transmite ideas y conceptos sumamente claros y meritorios: a esta realizadora todoterreno (ocupa diversos roles técnicos en sus films) le interesa rescatar y traer al presente la lucha de mujeres que vivieron tiempos menos igualitarios, contextualizando a estas pioneras bajo coordenadas políticas, sociales y culturales desfavorables. Y lo hace con suma sensibilidad y carácter político, estableciendo una íntima relación con personajes de la talla de Salvadora Medina Onrubia, Virginia Bolten o Juana Ruoco Buela.

Su mirada comprometida expresa honda preocupación respecto al momento que atraviesa nuestro cine. Considera a nuestra cultura en peligro y ofrece una serie de alternativas para poder difundir y debatir el arte que nos moviliza. Su ímpetu contagia y es ejemplo a seguir.

Conversé con ella a través de correos electrónicos, y aquí, en Kranear, podrán leer nuestro intercambio:

Cómo llevas a cabo tu trabajo de investigación para abordar un personaje tan complejo y reivindicatorio como Juana Ruoco Buela.

“Comencé investigando acerca de las mujeres anarquistas de nuestro país, mujeres invisibilizadas, mujeres que marcaron el rumbo a otras, y que en nuestra oficial nunca se nombraban. Entre ellas, fueron apareciendo algunos nombres como Virginia Bolten, Salvadora Medina Onrubia y también Juana Rouco Buela. Más allá de la investigación en relación con el contexto histórico, con diarios, periódicos, hemerotecas anarquistas, y bibliografía, fue fundamental el libro autobiográfico de Juana, Historia de un ideal vivido por una mujer, en el que ella cuenta su historia como militante y su vida personal. La verdad es que hay muy poco material y documentos acerca de estas mujeres, y más lagunas que información concreta. Fue un arduo trabajo de investigación.

Una parte fundamental de tu filmografía reciente, además de “Juana”, está representada por el abordaje a esta saga característica de mujeres independientes, en documentales como “Virginia”, “Victoria” y “Salvadora”; también en la serie “Las Libertarias”. ¿Qué valor principal representa para vos el hecho de reconstruir la imagen presente de mujeres pioneras, mentoras y disidentes?

Creo que estas mujeres tuvieron un papel relevante en nuestra historia, pero fueron invisibilizadas, quedaron en los márgenes de lo que la sociedad esperaba para las mujeres en esa época. Es necesario, para mí, rescatarlas de las sombras, y darles voz y cuerpo, ya que durante muchísimo tiempo no fueron consideradas y marcaron el rumbo para las generaciones de mujeres venideras. También poder verlas desde una mirada actual, y traerlas a nuestros días para poder comprender un poco mejor las luchas y los reclamos actuales, que están muy relacionados con los pedidos y las reivindicaciones de las mujeres luchadoras en esa época. En algún punto sigue pasando lo mismo, la violencia y las desigualdades persisten, pero gracias a ellas y a la revisión que podemos hacer de su vida y su obra, algo hemos avanzado.

¿De qué manera pensás que pueden percibir y apropiar las generaciones que hoy impulsan grandes cambios de paradigmas estas luchas de perseverancia plasmadas en tu obra?

Estas historias tienen un tiempo y un espacio específico, pero creo que son atemporales y universales. A pesar de que vivieron a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la misma lucha sigue, porque seguimos viviendo en un sistema patriarcal perverso, violento y poco equitativo, en un mundo que carece ya de impulso por un cambio social, individual y hasta espiritual y en una sociedad donde claramente necesitamos rescatar a estas mujeres que, aún en los márgenes, marcaron el camino para las mujeres y disidencias en la actualidad.

Acerca de tus búsquedas narrativas y el abordaje poético que realizás sobre cada material, ¿cuáles fueron los desafíos estéticos a la hora de imbricar documental y ficción en el lenguaje audiovisual?

Cada historia convoca una energía y una atmósfera particular y me interesa mucho ahondar en el universo íntimo de cada personaje y el posible mundo interno de ellas en relación con su contexto. Creo que pensar ya en qué es ficción y qué es documental queda un poco desdibujado cuando el objetivo es poder crear un posible mundo de estas mujeres, reflejar sus deseos más íntimos, sus ideales y cómo se relacionan con el mundo que les tocó vivir. En ese sentido, un lenguaje más lírico, contemplativo por momentos, donde la naturaleza también es protagonista, me ayuda a pensar en estos posibles universos y transmitirlo desde un lugar más sensible que algo meramente documental e informativo.

Además de realizadora sos guionista y ocupás diversos roles técnicos dentro de tus films. ¿Por qué te parece importante que un artista posea una mirada integral?

El cine es un arte en el que confluyen muchas piezas que crean un todo y ese todo se trata de una sinergia de diversos lenguajes que se amalgaman y transmiten, comunican y se retroalimentan. Una realización integral es poder ver a la película como una obra única, que lleva un tiempo de producción determinado y que no necesariamente tiene que estar subsumida a los tiempos del mercado. Además, creo que el trabajo técnico y estético también dialogan con la construcción del film, por eso me parece interesante ocupar diversos roles técnicos y tener la libertad de experimentar e ir actualizándose a nivel técnico, ya que estas herramientas ayudan y hacer crecer el trabajo creativo.

¿Quiénes son tus principales referentes a la hora de dirigir?
Mis referentes principales o mis grandes maestros (aún sin conocerlos, pero quienes han dejado una semilla creativa y espiritual en mi) son Jonas Mekas, Agnes Vardá, Andrei Tarkovsky. Sharunas Bartas, Chris Marker, entre tantos otros. Me interesa esa mirada íntima, genuina y sincera que ellos transmiten, su sensibilidad y su necesidad de contar historias, básicamente.

¿Cómo ves la actualidad del cine argentino? ¿Cómo experimentaste el regreso a las salas luego del duro trance que para el medio representara este tiempo pandémico?
El cine, como la cultura en general, está en peligro. Está por vencer la ley de caducidad de los fondos para la cultura y la situación es alarmante. Estamos organizándonos, esperando que prontamente se vote en el senado la ley para que tanto el cine como el teatro, la música, las bibliotecas populares y los medios de comunicación comunitarios no dejen de existir como tal. A su vez, y particularmente con la pantalla grande, creo que se han ido cambiando los ámbitos de encuentro y proyección. Cada vez hay menos salas, pero no creo que sea cierto que las personas no quieran ir al cine. Creo que necesitamos generar nuevos espacios para encontrarnos, seguir viendo películas en pantalla grande, generar intercambios, debates, volver a vernos a la cara y compartir este arte que tanto convoca y moviliza. Las plataformas de streaming van avanzando y muchas veces los algoritmos nos llevan hacia otros rumbos y la oferta termina siendo desigual. De todas formas, confío en que encontraremos los medios para seguir difundiendo nuestros films.

¿En qué proyectos te encontrás trabajando actualmente? ¿Seguirás indagando en el ámbito documental?

Actualmente estoy trabajando en dos proyectos sobre dos poetas uruguayas que escribían poesía erótica. Ambos proyectos tienen un todo experimental y de videopoesía y ahondan en los deseos íntimos de estas mujeres. Uno es sobre Delmira Agustini, escritora de fines del siglo XIX, quien murió en uno de los femicidios más emblemáticos de principios de siglo XX, a cargo de su marido; y otro es sobre Marosa Di Giorgio, una poeta, pitonisa y performer de mediados de siglo XX que escribió una poesía salvaje, erótica y surrealista. Ambos proyectos están en el límite entre el documental y lo experimental.

Algunas de las películas de Daiana son:
–Virginia (2022), 62 min. Directora, productora, guionista, montajista y fotografía.
–Juana (2021), 65 min. Directora, productora, guionista, montajista y fotografía.
–Victoria (2021), 63 min. Directora, productora, guionista, montajista y fotografía.
–Mujer Medicina (2019). 72 min. Directora, guionista, coproductora, montajista, dirección de fotografía. Filmada integramente en el Amazonas peruano.
– Libertarias (2019). Directora y productora junto a Aníbal Garisto. Ganadora del Concurso de Series de Televisión del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y emitida en Canal Encuentro. Premio Mejor serie documental Argentores.
– Salvadora (2017). 62 min. Directora, productora, guionista, montajista y dirección de fotografía.
– Los ojos de América (2015). 61 min. Dirección, guión, producción, fotografía y montaje junto con Aníbal Garisto. Ganadora Concurso DOCTV de Ibermedia. Premio Martín Fierro al Mejor Documental. Emitida en los canales abierto de 16 países de Latinoamerica.
– El Polonio (2011). 76 min. Dirección, guión, producción y montaje junto con Aníbal Garisto, con el apoyo del INCAA, el Instituto de Cine de Uruguay (ICAU) y Cancillería Argentina.

Sitio web: www.daianarosenfeld.com

author: Maximiliano Curcio

Maximiliano Curcio

Nació en la ciudad de La Plata, Argentina en 1983. Es escritor, docente y comunicador, egresado de la Escuela Superior de Cinematografía

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