Patria Grande

Voces sobre Cuba

La Revolución está, una vez más en la historia, bajo la lupa. Las posiciones se dividen entre quienes se prendieron de las movilizaciones para deslegitimar al gobierno cubano, por cuestiones ideológicas, y los que aprovechamos, como dice la autora de la nota, para discutir una vez más el bloqueo de los EEUU sobre un país soberano. Análisis y aporte de datos.

20 de Julio de 2021

Por Florencia Romero

Este escrito es un intento por echar luz sobre el contexto en que se dan las manifestaciones en Cuba y las disputas que se abren para discutir su sentido. Como es de esperarse, ante cada pequeña ventana de oportunidad para deslegitimar al gobierno cubano y ahogar un poco más a su pueblo, aparecieron las voces de líderes políticos de la región. En una nota publicada por Infobae, que no ofrece ningún reparo de imparcialidad -y está bien que así lo sea, siempre que ofrezcan su honestidad ideológica sin intentar ocultarla luego-, reprodujeron las palabras de Biden, presidente de los Estados Unidos, que sostuvo que “el comunismo es un sistema fallido”, mientras reconocía que no pensaba ceder ni un sólo paso sobre las medidas de bloqueo que se recrudecieron poderosamente en la gestión de su antecesor, Donald Trump.

En el marco de las denuncias de la Policía y el gobierno de Bolivia a la gestión de Cambiemos por el envío de material bélico, sin documentación respaldatoria, mientras se perpetró el golpe de Estado de 2019, Macri lanzó: “quiero apoyar al pueblo cubano que salió a las calles para reclamar el fin de la dictadura”. A su vez, otrxs referentes de Cambiemos y de la derecha regional se sumaron a estas declaraciones con discursos similares. Ahora bien, ¿cuál es la ventana de oportunidad por la que procuraron entrar para lanzar esta campaña de desprestigio internacional al gobierno cubano?

¿Qué es Cuba?
Acorde a la definición de la CEPAL, Cuba es una República unitaria con un sistema político monopartidista. Esto quiere decir, según esta misma definición, que “el partido no es sujeto activo del proceso electoral”. Para las elecciones, las Comisiones de Candidaturas, compuestas por organizaciones de la sociedad civil, se conforman en sujetos electorales y postulan precandidatos.

En las elecciones se elige a quienes conformarán el Parlamento Nacional, la “Asamblea Nacional de Poder Popular”, que es unicameral y se compone de 612 miembros elegidos cada cinco años. También se elige a quienes conformarán las Asambleas Municipales, cargos que se renuevan cada dos años por el voto directo. Finalmente, el Presidente es elegido a través de los diputados electos a través del sistema de voto directo con mayoría absoluta (ver más en https://oig.cepal.org/es/paises/11/system).

Quizá alguno se pregunte, ¿desde cuándo para hablar de un país tenemos que detenernos en su sistema político? En la era de la posverdad es necesario detenerse y problematizar. Y es que Cuba, a diferencia de la mayoría de los países de América, no tiene un sistema democrático multipartidista, sino que tiene un sistema electoral en que se postulan candidatos dentro del Partido Comunista Cubano que, a su vez, es garante de la permanencia del socialismo.

Este sistema se estableció constitucionalmente, y su última modificación sucedió en 2019, avalada por un referéndum popular cuyos resultados fueron un 86,8% de votos a favor y un 9% en contra, contando con un 95% de participación del electorado.
No es mi intención extenderme en un debate sobre regímenes de gobierno, las formas de definirlos, sus fortalezas y contradicciones, ni tampoco extenderme en mis concepciones sobre lo que debería ser un sistema de gobierno. Les dejo los datos, ustedes elaborarán sus posturas. Mi intención hasta aquí es que cuenten con información válida y sin valoraciones éticas ni morales.

¿Por qué ahora?
Todo el análisis que se haga sobre la situación socioeconómica y política acerca de Cuba, soslayando el bloqueo económico que sufre inclusive desde antes de la Revolución de 1959, y que se recrudeció con fuerza a lo largo de los años, estará omitiendo acaso el dato más fundamental. Pero, ¿por qué ahora? Desde ya, por la crisis de la pandemia. Pero se suman más factores.

Históricamente los aliados fundamentales de la Revolución Cubana habían sido los países que integraban la Unión Soviética. Con la caída de la URSS y con la consiguiente conformación del mundo unipolar liderado por el gran hegemón, Estados Unidos, en la década de los 90, Cuba pierde aliados comerciales y políticos fundamentales para su economía, que explicaban el 85% del comercio exterior cubano. Con el consiguiente escenario de restricciones se desataron las manifestaciones del “Maleconazo” de 1994, que hoy son señaladas como antecedentes de las manifestaciones actuales .

En el contexto actual, uno de los principales aliados de la Revolución es el gobierno de Venezuela, que en el marco de las restricciones impuestas por la pandemia, redujo el nivel de exportaciones de petróleo -hacia Cuba- en un 62%, como publicó hace unos días el académico Carmelo Mesa-Lago, en el portal de El Dipló. La escasez de petróleo ha propiciado el retorno de los “apagones” de electricidad, que son una de las principales molestias del pueblo cubano.

Es interesante ver el oportunismo en estas situaciones: mientras en la nota de Infobae en que se retoma el discurso de Joe Biden sostienen que la “dictadura” cubana cortó intencionalmente los servicios de internet para evitar la propagación de las protestas, en otro artículo del mismo día reconocen que “la matriz energética cubana está formada actualmente por un 95% de combustibles fósiles y un 5% de renovables”, cuyo acceso se encuentra limitado, y que ese es el motivo de los apagones y las dificultades en el acceso a internet.

Cabe destacar que como parte de la política de Trump de recrudecimiento del bloqueo a Cuba, años anteriores autoridades del Departamento del Tesoro habían citado a empresas que transportaban petróleo de Venezuela a Cuba. Es decir que, más allá de la situación específica en que se encuentra Venezuela, las restricciones externas producto de distorsiones monetarias y de la pandemia, el desabastecimiento que hoy se denuncia fue planificado de antemano.

El escenario se agrava no sólo por la belicosidad que dejó en pie la gestión de Trump, sino por el cambio de signo político de la región. Según plantea Mesa-Lago en su nota, el primer ingreso de divisas al país lo explica la exportación de servicios profesionales, que redujeron prácticamente a la mitad su incidencia en el PBI, entre 2012 y 2019. Esta reducción se debe al recorte en la demanda del servicio por parte de Venezuela, pero también de otros países de América Latina como Bolivia, Brasil, Ecuador y El Salvador. En este punto, es notable que el cambio de signo ideológico de los gobiernos latinoamericanos y el consiguiente alineamiento detrás de los intereses estadounidenses, influyen notablemente en la economía cubana.

No se puede analizar la coyuntura cubana sin el bloqueo.

“Las remesas externas (segundo ingreso en divisas) en 2020 estaban un 35% por debajo de 2019”, plantea Mesa-Lago. Las remesas son el envío de divisas en efectivo o transferencias desde el exterior. Este giro lo realizan cubanos en el extranjero a cubanos residentes, así como también forman parte de donativos que eventualmente se realizan ante situaciones de emergencia como desastres naturales.

En este punto, la caída del envío de remesas se relaciona directamente con el recrudecimiento del bloqueo económico de EEUU a Cuba en la era Trump, y que Biden no desandó. En 2020, como parte de estas políticas, se prohibió el envío de remesas desde EEUU a Cuba, siendo que EEUU tiene la mayor cantidad de población cubana residente. También se prohibió a empresas como la Western Union el envío de dinero inclusive desde fuera del territorio estadounidense.

Retomando la nota del Dipló, el profesor cuenta que el turismo (tercer ingreso en divisas) en 2020 cayó 80% respecto del 2017. Esto está claramente vinculado con la pandemia pero también con el bloqueo: en la gestión de Trump se dió marcha atrás con la posibilidad de viajar a Cuba desde los EEUU, que había sido habilitada por el descongelamiento de las relaciones bilaterales iniciado por Obama .

A toda la situación de mayores restricciones por el embargo y por la pandemia, se suma un programa de reforma económica y monetaria que se viene preparando en Cuba hace un par de años.

El 1 de enero de 2021 se lanzó el “día cero” de la economía cubana. Se trata de una reforma que busca terminar con la dualidad monetaria que rige en la isla desde comienzos de siglo y que establecía el manejo de dos monedas: el Cubano Convertible (CUC), equivalente a un dólar (1,08 sumando el impuesto), y el peso Cubano (CUP), cuya relación es de 24 CUP por cada CUC.

El dólar ingresó con fuerza en la economía cubana en la década de los 90, luego de la caída de la URSS, el incremento de las acciones de bloqueo y la consiguiente caída de ingresos que condujo a un déficit fiscal que fue financiado por el Banco Central, causando una pérdida de confianza en la moneda nacional. El CUC, por su parte, nació entre 2003 y 2004 como moneda sustitutiva del dólar, y desde entonces, se garantizó tener un dólar de respaldo por cada CUC en circulación, aunque logró sostenerse durante algún tiempo. Esta moneda se puso en funcionamiento para las transacciones entre entidades cubanas que trabajaban con divisas, no así para la totalidad de la población que cobra su salario en CUP (Vidal Alejandro, 2008).

Estas monedas han guardado una estabilidad y generado una confianza sostenible en el tiempo. Sin embargo, uno de los principales problemas que acarreó este esquema es que, al mantener un tipo de cambio sobrevalorado, se desincentivó la exportación de productos cubanos y, por el contrario, se incentivó la importación. Al tener un tipo de cambio alto (1 CUC cada 1,08 dólares) no se logró estimular la exportación (Anaya Cruz, 2020).

En vistas a corregir esta situación dual, el gobierno encaró la reforma y anunció el “día cero” que implica unificar toda la economía y regirse por el CUP (24 CUP equivale a un dólar). Si bien la población general ya se regía por este tipo de cambio, la devaluación que implica unificar la economía y terminar con el CUC, que regía una parte de la actividad empresarial, necesariamente conduce a consecuencias inflacionarias. Desde ya porque se encarecen las importaciones y porque se deberá mantener un nivel de gasto público considerable, ya que el Estado acompañará a todo el entramado empresarial hasta que el reordenamiento y el ajuste se asienten. Además, la reforma salarial establecida implica una indexación de los salarios a la inflación, lo que incrementa considerablemente los costos.

Las consecuencias de esta reforma de “ordenamiento” sólo pueden sortearse con un acompañamiento planificado e inteligente por parte del gobierno cubano, así como con un impulso fuerte a las exportaciones. Y en este punto, se vuelve insoslayable nuevamente el peso del bloqueo: mientras en Cuba impulsan medidas económicas que buscan abrirse al mercado de manera más amigable, no sólo permanecen inmutables sino que también se recrudecen las sanciones económicas.

La gestión de Trump ha llegado a poner en funcionamiento el artículo III de la Ley Helms-Burton de 1996, que permite iniciar demandas “contra compañías internacionales que operen en Cuba por traficar con propiedades que fueron nacionalizadas a inicios de la Revolución” (Telesur TV, 2020), desincentivando aún más las relaciones económicas de las compañías que podrían operar en Cuba.

Consideraciones finales
Sobre un panorama asfixiante para la isla de la Revolución se alzaron una diversidad de voces. A grandes rasgos, son dos las posturas: los que se prendieron de las movilizaciones para deslegitimar al gobierno cubano, exclusivamente por cuestiones ideológicas sobre cómo el capitalismo estadounidense debería ordenar nuestras vidas; y los que aprovechamos para discutir, una vez más, el criminal bloqueo que realizan los EEUU sobre un país soberano.

En junio de este año, en la ONU se votó contra el bloqueo económico de EEUU sobre Cuba, que resultó con 184 votos a favor, 2 en contra (EEUU e Israel) y 3 abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania). Mientras los y las integrantes de Cambiemos vociferan sus intenciones contra el pueblo cubano, su gobierno e inclusive su soberanía, nosotrxs elegimos seguir denunciando el injerencismo y defendemos la libre determinación del pueblo cubano.

Material consultado

https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/07/15/joe-biden-se-refirio-a-la-crisis-en-cuba-el-comunismo-es-un-sistema-fallido/?utm_medium=Echobox&utm_source=Twitter#Echobox=1626393520-1

https://www.infobae.com/america/america-latina/2021/07/15/sin-petroleo-venezolano-y-acorralada-por-las-protestas-la-dictadura-cubana-exime-de-impuestos-a-multinacionales/

https://www.tvpublica.com.ar/post/bolivia-la-policia-encontro-las-armas-argentinas-enviadas-por-macri-y-bullrich

https://www.telesurtv.net/news/bloqueo-eeuu-cuba-donald-trump-20201019-0030.html

https://www.eldiplo.org/notas-web/por-que-estallaron-las-protestas-en-cuba/

Bloqueo, la guerra contra Cuba. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=uI56Lddb2Ik&t=2789s

https://oig.cepal.org/es/paises/11/system

https://es.wikipedia.org/wiki/Constituci%C3%B3n_cubana_de_2019

https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/emigracion/cuba

https://news.un.org/es/story/2021/06/1493662

https://nuso.org/articulo/cuba-moneda-Diaz-Canel/

https://nuso.org/articulo/la-encrucijada-de-la-dualidad-monetaria/

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