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“Quieren separar cultura de pueblo y eso es imposible”

A pesar del gobierno de Milei, la orquesta de cumbia Laquetecumbió transita un buen momento. Tienen agenda de presentaciones en vivo, están grabando su segundo disco, y todos los días, en todos los ámbitos, apuestan a fortalecer el funcionamiento de la cooperativa con la que vienen creciendo en el ambiente de la música autogestiva e independiente. Rodrigo García conversó con cinco de sus once integrantes.

La orquesta Laquetecumbió (LQTC) está compuesta por once músicos. Tocan cumbia y otros ritmos latinos, en conciertos que tienen letras con fuerte contenido social y están organizados en una cooperativa. Cuentan con canciones propias y aparte tocan versiones de grandes referentes de la cumbia. Su búsqueda: estar siempre en movimiento.

En los recitales esto se nota: son fiestas en las que nadie queda ajeno.

La orquesta está cumpliendo diez años de carrera, y hace solo unos días subieron a las plataformas digitales un tema de “Arde”, su segundo disco, un trabajo que  esperan hacerle conocer al mundo a comienzos del 2025.

Nadia Puértolas y Tamara Bregman, cantantes, Gabriela Yasan, a cargo de las congas, y Nicolás Gort, de los timbales, más el director musical, arreglador, y guitarrista, Alejandro Petkevicius, pinponearon con Kranear sobre el buen presente del grupo, el recorrido artístico y humano de una década, como así también sobre su mirada y posicionamiento ante la durísima realidad del país, el cooperativismo como forma de organización y funcionamiento, la relación con las bandas consagradas del género y la inciativa de lanzar un álbum de figuritas.

Históricamente la cumbia fue estigmatizada, y solo villero escuchaba cumbia, pero en algún momento eso cambió, y hoy en día la cumbia se escucha y baila en cualquier ambito social. ¿Saben en qué momento se produjo ese cambio?

Nicolás: Con respecto a la pregunta de la cumbia y su transversalidad socioeconómica, yo creo que la cumbia siempre fue un estilo de música popular. En algún momento fue observada como grasa o como parte de una expresión de un grupo socioeconómico bajo. Pero para mí son parte del serrucho, del derrotero que van pasando distintos estilos musicales.

El tango siempre fue también del barrio bajo y canyengue, y hoy los principales shows for export de la Argentina tienen que ver con el tango. Creo que la cumbia tuvo un montón de giros, o sea, Los Wawancó  eran muy populares que atravesaban la clase media. Después durante la crisis del 2001, la cumbia empezó a contar otras cosas que antes no lo hacía.

Entonces aparece la expresión de la cumbia villera y eso la hace más popular o de barrio bajo, digamos.

Laquetecumbió ya tiene diez años de carrera. ¿Cuándo entras vos a la orquesta?

Nicolás: Yo entro al grupo unos cuatro o cinco años después de que estaba formada. Pero desde un principio hasta ahora, la orquesta también tuvo una evolución. Hace por lo menos cuatro años que tenemos una formación, la última, con la que estamos grabando el segundo disco. Es la formación estable.

Y lo que yo creo que el cambio más radical o más fuerte que tuvo la banda, más allá de consolidar a los integrantes y las integrantes, fue la conformación de una identidad musical muy propia, una búsqueda de herramientas y formas de trabajar dentro de la música independiente, que se va abriendo camino, pero también usa herramientas del mercado, de la industria musical actual.

Por eso nos capacitamos, estudiamos, nos dividimos tareas en función de las actividades que la banda quiere llevar adelante, ponemos objetivos, trabajamos en equipo, por comisiones y vamos transformando el repertorio, pero también el show en vivo, la forma de hacerlo, la técnica para grabar les musiques que invitamos; en estos diez años el desarrollo fue por ese lado: de organización, de asunción en las cuestiones no musicales y del desarrollo de lo musical explícitamente buscando una mejoría.

¿Cómo es la forma que tienen de componer, siendo tantos? ¿Quién o quiénes se encargan de escribir las letras y componer la música?

Alejandro: Desde el principio quisimos siempre inyectarle al repertorio composiciones propias y si bien somos muches, también sucede que más allá de que no trabajemos de forma colectiva la composición, se arman unas pequeñas duplas compositivas. El asunto no está monopolizado, digamos.

Nicolás: Ale arregla todo el repertorio y suele poner las músicas cuando aparece una letra solita, pero después si alguien trae algo terminado, lo importante es que toque una fibra en el grupo; en síntesis, ni componemos de a once, ni compone uno solo.

Hay una movida muy importante de bandas de distintos géneros musicales, muchas de las cuales están comandadas por mujeres, y que en sus letras tienen una mirada muy actual. ¿Cómo vienen ustedes desde adentro esta movida? 

Alejandro: Es un punto que siempre abre debates que nos interesan un montón y que son largos y múltiples, que tienen que ver con el tema del posicionamiento de los artistas y cómo esto incide en el público y en la industria musical en general. Hay una idea contra la que siempre se combate, sobre todo en la coyuntura actual, y es que el arte puede existir sin artistas, sin contexto. Entonces una canción surge y no importa quién la escribió.

Un poco puede llegar a tener sentido eso, pero no  cuando se plantea que no hay que dejar las huellas del lugar o el momento en que se escribió, ni la perspectiva que tenía esa persona. Y a veces hay algo más involuntario en cómo decís las cosas, que muchas veces para el público es todo.

Entonces de repente cuando te escuchan que tocas ciertas temáticas o que hablas de algo sencillo, como un llamado a bailar, o hablas de amor o desamor, pero como decís las cosas hace que la gente empatice muchísimo con tu música y con tu propuesta, o la aprecie. Y también hay gente que eso la lleva a descartarte como posibilidad, o incluso a convertirse en haters.

No nos ha tocado por suerte tanto el haters, solo en algunas situaciones puntuales, pero en general lo que sí nos ha pasado es que justamente la gente que percibe cierto posicionamiento tiene una relación más intensa con el grupo, porque ven algo genuino, ven que no hay algo de moda, sino que hay algo de que realmente pensás en lo que decís. Sobretodo porque nos preocupa el cómo, a veces más que el qué. Vos podes decir que sos feminista, pero si después en tu mensaje hay algo misógino va a haber un ruido y la gente se va a dar cuenta que estas impostando algo. Hoy en día el posicionamiento es algo sensible porque, si te posicionas por algo es porque te pagan.

Recuerdo que de chico iba a ver una banda y era súper natural ver a alguien con una remera que decía “Nunca Más” o se cantaban sobre ciertas cosas que teníamos súper naturalizadas y que hoy en día resulta que parece que ese mensaje es impuro. Es parte del contexto que nos toca vivir. No elegimos para nada esto, sino dar ciertos debates al respecto, y dejar las huella de quiénes somos y la música que hacemos.

El 5 de octubre, la orquesta llevó su fiesta al Morán (foto: @diegojcarrizo).

El gobierno de Milei llegó para voltear muchas de las políticas de género, entre otras políticas públicas, aparte de avanzar contra la Cultura ¿Cómo llevan esta situación?

Alejandro: El gobierno actual en realidad visibiliza y pone como agenda o discurso oficial un fenómeno que ya se venía dando en el mundo, no sólo en nuestro país, que es el rebrote de posturas ultraconservadoras, de ultraderecha y demás, y no sólo en lo económico, sino también en lo social y lo cultural.

Y nuestra banda un poco en forma y en contenido, porque la forma, si se quiere, es la cumbia y el contenido es el mensaje, quizás estamos en una línea diametralmente opuesta a la que se pregona oficialmente. Entonces, de golpe, aquello que hacíamos, que estaba más en sintonía con un clima de época, se vuelve bandera de resistencia.

Y eso hace que también tomes ciertas decisiones, como por ejemplo, salir a tejer más redes que antes, justamente porque se vuelve hiperpotente el encuentro en la resistencia, donde justamente donde quienes piensan diferente a lo que se quiere imponer, sobre todo siendo tan violento y siendo un ataque a los fundamentos más básicos de ciertos contratos que teníamos de convivencia. Entonces algo en el encuentro, en salir a festejar esos mismos encuentros, o sea, sentimos que salir a tocar es más importante que antes, en cierto punto para combatir el desánimo. Quieren separar cultura de pueblo y eso es imposible. El arte y la cultura forman identidad, memoria, y hoy en día eso debates están más vivos que antes. Cuando atacan el piso que pisas, las peleas las das con más fuerza incluso.    

¿Cómo surge la idea de formar una cooperativa? ¿Y la idea de hacer un álbum de figuritas?

Nadia: Si bien la cooperativa cultural, formalmente surge hace solo un par de años, este año cumplimos diez años de vida y el grupo siempre funcionó de hecho en modalidad cooperativa, o sea, nosotros nos dividimos el trabajo, tenemos diferentes comisiones de trabajo que abordan cuestiones musicales, artísticas, como de producción o más ejecutiva, de administración, de comunicación, de management, de unidades de negocios.

Hay comisiones que son de un solo integrante, hay otras que son más de trabajo en equipo, y a la vez tratamos de trabajar articuladamente de un modo más integral, haciendo como una red entre lo que produce cada una de las comisiones en relación a los objetivos que la banda se va planteando a mediano, corto y largo plazo.

Nosotros hacemos asambleas mensuales y a la vez después por comisiones tenemos diferentes reuniones más o menos frecuentes, depende los objetivos actuales de la banda, de qué proyecto estemos desarrollando, con qué tiempos contemos para realizar diferentes objetivos que nos vamos proponiendo. En síntesis, tenemos un laburo 24 por 7, y de mucha integración entre las comisiones.

Y el álbum de Figuritas surge a partir de una idea de desarrollar un material audiovisual de un homenaje a Cumbieras argentinas que grabamos hace unos años. Es un compilado de canciones de diferentes cumbieras y pensando un poco en qué material audiovisual producir para acompañar ese lanzamiento, fue que decidimos hacer un videoclip en el que se viera un álbum de figultas, en el que íbamos completando las figus a medida que iban apareciendo las cantoras que se escuchaban en la canción.

Y como la mayoría de las cosas que suceden en Laquetecumbio siempre son bastante ambiciosas, y siempre queremos ir más allá, el álbum se empezó a expandir, y aprovechamos al ocasión para hacer una investigación sobre bandas o solistas que sean mujeres y disidencias en la cumbia argentina, bandas conocidas y no tanto. La idea era para hacer el video que esta en Youtube, y nos gustó tanto la idea que decidimos replicarlo para venderlo, y a su vez, el albun forma parte de una serie de productos que tenemos de marchandising, todo son productos artesanales al 100%.

Compartieron escenarios con Amar Azul y Mala Fama, entre otros. ¿Cómo los reciberon?

Tamara: En general siempre hemos tenido muy buena recepción y hemos generado muy lindos vínculos con bandas con las que hemos compartido no sólo el circuito mainstream sino también bandas más del under, o sea, no se limita solamente a bandas consagradas sino también a bandas que tal vez están en una sintonía parecida a la nuestra. Creo que hay un consenso general de que estamos todes trabajando y que somos colegas y eso implica que está bueno generar vínculo con colegas también, saber en qué andan, cómo están trabajando, y de qué manera. Así que está buenísimo aprovechar esos espacios de encuentro como son tras bambalinas o antes de tocar, para entablar relaciones y para quedar en contacto.

¿Cuál fue el aporte de la mujeres cumbieras Argentina en los 90 como Gladis, Gilda, o Lía Cruzet, entre otras?

Gabriela: Sí, por supuesto que muchas mujeres cumbieras de nuestro país, son referentes e inspiración nuestra en lo que hoy hacemos. Especialmente quizás destacamos a Gilda, quien creemos que fue un personaje bastante bisagra en la historia de la cumbia. Imaginamos que ser mujer en un ámbito tan masculino, tan heteronormativo, debe haber sido bastante complejo en los años 90.

Y en ese sentido Gilda fue una referente muy fuerte, o sea, un símbolo como de autonomía que rompió con varios estereotipos y que cuando apareció transformó los modelos hegemónicos femeninos que había dentro del mundillo de la cumbia, donde las mujeres, como ya sabemos, solo servían para mostrar los cuerpos, y se las cosificaba.

Hoy por suerte la mirada se ha ido transformando con el tiempo, con las luchas feministas y las mujeres afortunadamente tienen otro lugar en la escena musical. Y este contexto por supuesto que es mucho más propicio para valorar y jerarquizar las voces de las mujeres y de las disidencias también dentro del universo cumbiero.

Para hablar de Laquetecumbió, nuestra música está particularmente atravesada por la agenda feminista, se liga directamente a nuestras experiencias de vida,  y nuestras letras están ancladas y hablan de cosas que nos pasan con un enfoque feminista en un sentido plural, asi que sin dudas estamos atravesados por esas mujeres.  

Acaba de salir el sencillo “La Promesa”, y hace unos días tocaron en el Moran. ¿Y cómo sigue la agenda de Laquetecumbio?

Gabriela: Sí, La Promesa es uno de los simples que estamos sacando antes de que salga “Arde”, que es el nuevo disco de la banda, que si todo sale bien va a estar saliendo a principios del año que viene.

Estamos muy contentos y muy manijas. Tal es así que van a salir dos simples más antes de que salga el disco, esta es una primicia total, en tres semanas va a salir uno y para fin de año va a salir el otro. Los dos con invitados súper especiales que tuvimos la suerte de compartir y de juntarnos a grabar y la verdad es que nos arden en las manos los temas y nos cuesta mucho tenerlos listos y no sacarlos al mundo. Así que van a salir un poquito antes que el disco y el resto con suerte saldrán el año que viene y vendrá una fecha grande para promocionarlo, y si… esto no para, la manija no para…

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La orquesta se completa con Iván Carrizo en bajo; Sabrina Figueroa en bongó; Sebastián Ramos en saxo alto; Eliana Bieger en saxo tenor; y  Hernán Distéfano y Santiago Traversini en trompeta. 

LQTC tocará en vivo el próximo 19 de octubre, en la fiesta que la Revista Anfibia organiza en el Centro Cultural Matienzo.

author: Rodrigo García

Rodrigo García

Periodista especializado en Cultura y Rock Argentino.

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